Originalmente concebido para instalarse de modo convencional –proceso húmedo-, el STC es susceptible de utilizar nuevos materiales que también permiten una instalación rápida totalmente en seco. Así el STC puede ser instalado o desinstalado en tiempo récord.
Esto es posible gracias a nuevos materiales de compactación, que no solo cumplen la función básica, también aportan otras importantes prestaciones como la ligereza, factor decisivo en edificios con forjados de carga limitada.